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jueves, 23 de diciembre de 2010

un pequeño porcentaje


Son mas de 17500 días los que llevo dando vueltas por este mundo, sin que éste lo haya notado demasiado claro está, después de todo no tengo méritos esenciales acumulados en mi cuenta personal como para que deba ser especialmente apreciado.-

Bien, dentro de esos 17500 días y monedas, hubieron unos, digamos, apenas 200 de ellos  que tuvieron que ver con las “fiestas” de navidad y año nuevo.-

O sea que estamos hablando de un escaso 1,15 % aproximadamente del total (no puedo negar mi formación académica je) nada importante desde un punto de vista numérico pero que, sin embargo, siempre fueron días que me marcaron en algún sentido, no siempre para bien y no siempre para mal, pero en general nunca me pasaron desapercibidos, aunque uno diga “para mí es un día más”..

Y claro, salvo las fiestas de la época en que era un niño pequeño, o sea menos de 5 o 6 años de las que no me acuerdo nada, por suerte, ya a partir de los 7 u 8 las empiezo a recordar con una mezcla de sensaciones bastante caótica, recuerdos en los cuales imágenes cuasi fotográficas se suceden en mi mente como un collage multicolor salpicado de imágenes sepia o blanco y negro a una gran velocidad, trayéndome un variopinto increíble…

Y así es, cuando en la primera y única clase de catecismo a la cual me llevó mi mamá, me convencí que sencillamente no creía en todas esas cosas, me encontré absolutamente desenfocado del sentido de las fiestas; del sentido religioso me refiero que, en definitiva, es el que debería primar en la navidad. Y así cuando llegaban las “fiestas” yo me preguntaba..fiesta de que? Que debo festejar? Porqué no puedo pensar como los demás y creer y agradecer y todas esas cosas que, en definitiva, no son malas, sino que son actos de fe?…y así, cuando mis pensamientos comenzaban a nublarse y amenazaban con sumergirme en una crisis profunda arrastrándome al submundo de la demencia!.......llegaba papá Noel, quien sabe de donde y me llenaba de regalos que le daban sentido a la Fiesta y posponían mi ingreso a la insanía lo cual finalmente ocurrió un tiempo después.-

Y así fueron sucediéndose fiestas de distintos estilos, distintos lugares y, lamentablemente, distinta gente, cada fiesta éramos menos que la anterior, menos de la gente que me interesaba.-

Y  recuerdo cuando pasábamos las fiestas en lo de mis abuelos paternos, en la calle Brandsen a un par de cuadras de casa, con alguna comida no muy especial, pero con una sensación de familia que era genialmente cálida, con mis primos de Pehuajó, comer e irse al patio a tirar “cuetes” , y ya después mas adelante, las fiestas con mis viejos y mi hermana, en casa.

Siempre viene, recurrente, el recuerdo de dos días de navidad de distintos años, uno estando con mi vieja sentados en el banco de la vereda (en Bragado la mayoría de las casas tienen un banco de cemento o bien de madera tipo los de plaza en la vereda, contra la línea municipal, y ahí salen y salíamos los vecinos a sentarnos y disfrutar de los atardeceres ) charlando y tomando mate, cuando dobló justo en la esquina en que yo vivía el auto amarillo con ella…que me saludó sacando la mano por la ventanilla derecha, y mi vieja cómplice que me dice “me gusta esa chica…pero ojo no hagas boludeces!!!..”

Y la otra noche que recuerdo es la de cenar con mi viejo, ya solos los dos, y verlo irse a dormir apenas pasadas las 12. Creo que fue la única vez que me abrazó fuerte y me dio un beso…(antes los padres no tenían esa costumbre, al menos el mío)… y lo sentí como lo que efectivamente era, una despedida.-

Apagué las luces del living, levanté las persianas de las dos ventanas, una en la ochava, por la que entraba la claridad de la luna y del foco de la esquina y el ruido de los fuegos artificiales y me senté en el brazo del sillón de cuerina marrón, el que tantas veces acunó mis sueños al dormirme mirando la tele, me serví una copa de algo, no recuerdo que, y me quedé así, sentado y apoyado en la ventana durante horas, llorando y pensando que sería de mi vida, la que se presentaba tan oscura como el living.-

Pero bueno, la vida siguió, la tierra continuó con su movimiento de traslación alrededor del sol (creo que era así) y las fiestas se siguieron sucediendo y empezaron a generarse las que yo empecé a llamar las Fiestas “es lo que hay”.

Claro, porque ya te juntabas con parientes  mas lejanos y los parientes de los parientes, lo que iba quedando de la flia.. y estaba mi tía cuca una grosísima, que me super ayudó a ser alguien medianamente normalito, y estaba mi tío, que en realidad era el esposo de la tía de mi mamá, y estaba mi primo que era el hijo del esposo de la tía de mi mamá, y estaba la tía de mi primo, o sea la hermana del esposo de la tía de mi mamá, y estaba la nueva pareja del esposo de la tía de mi mamá y, con los años, la nueva nueva pareja del mismo.-

La verdad que esas fiestas estaban copadas, eran muy divertidas, gente toda muy querida y muy querible, de hecho mi primo es un tipazo pero claro, los lazos familiares no eran de los más fuertes, entonces a algunos de ellos no los veías por el resto del año! No obstante lo cual morfábamos y chupábamos por el campeonato y nos cagábamos de risa.

La hermana de mi tío (si, yo le decía tío al esposo de la tía de mi mamá) todos los años traía caviar que compraba en la feria de las naciones!!

Y siempre me quería hacer morfar eso que a mi no me gusta ni a palos, lo probé una vez que me colé en un cumple de 15 en krakatoa en la laguna, seguramente muchos recordarán….; creo que fueron las fiestas mas desprovistas de tristeza que he tenido, claro…hasta que a mi tío se le ocurría encabezar el brindis de las 12 con la célebre frase “por los presentes y los ausentes…..” una cagada…entonces todos nos íbamos mentalmente hacia los ausentes y ya nos costaba volver a disfrutar de la noche.-

Y de ese modo llegamos al hoy donde ya siendo un muchacho grande, dondequiera que pase la noche de navidad, cuando llegan las 12, y levanto mi copa de champagne extra brut de buena marca para brindar con mi familia, y darles un beso gigante y un abrazo bien pero bien fuerte a mis tres amores (los padres de hoy tienen esa costumbre, al menos yo la tengo de hacerlo todos los días), trato de que ellos crean que hay motivos por los cuales brindar y tener fe, en lo que quieran tenerla , y que cuando recuerden ese pequeño porcentaje de días de su vida en los que creyeron en papá noel, lo hagan siempre para bien, nunca para mal y sean felices….

Ah..me olvidaba…FELIZ NAVIDAD!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

8 comentarios:

  1. Gaby! Soy el salteño de Picaporters! Anduve leyendo tu blog! Está buenísimo! Escribís recopado, loco! No tenía esa faceta tuya... Déle pa' delante mi'jo! Que está re interesante lo que posteas!! Un abrazo enorme colega!

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  2. Salte querido! muchas gracias loco! es un honor viniendo de vos, ya te dije que tu banda, par mí, es la mejor de La Plata, me gustan mucho lo que hacen, y siempre llego un disquito con lo que les afano de internet en el auto.-

    Un abrazo grande! y gracias de nuevo!

    Gabriel.-

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  3. muy bueno! sòlo disiento en algo; si bien entendì lo que quisiste decir, yo creo que tenès mèritos acumulados en tu cuenta personal, como para ser apreciado :)) (aunque seas de boca y otras yerbas, jaja!)

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  4. jajaja bueno..muchas gracias!! y felices Fiestas!

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  5. jajaja muy bueno! saludos de navidad-(amiga del facebook)

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  6. Muy Bueno, siempre hay motivo para brindar, por los que están, y por los que no, y por todo lo bueno, aunque creas poco, que te ha pasado.

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  7. Cuantos recuerdos mirando esta foto. Segui abrazandolos lo mas que puedas es el mejor regalo que la vida no dio. Nuestros Hijos .Ah Feliz Navidad!!!!!!!!!!

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